lunes, 29 de abril de 2013

Hechale la culpa al viento



Simplemente se me quitaron las ganas,
Se cayeron al mar justo cuando disfrutaba del viento;
El mismo que facilito las olas que me las alejaron más y más,
El mismo que me ayudo a volar más alto.
Lo bueno del mar es que se transforma en rio,
Y le pertenece a todos,
Probablemente esas ganas fueron a dar a otro cuerpo.
Hay una buena noticia,
Estamos en días de lluvia…
Y esas ganas que subieron condensadas a convertirse en nubes,
Hoy me devuelven ganas nuevas,
Que posiblemente no sean del mismo cuerpo.
Disfrutare de ellas mientras…
El aire que respiro no se convierta en viento.

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