lunes, 2 de septiembre de 2013

Tengo ganas de ti



Tengo ganas de un alma que me arrase como un torbellino,

Que no me permita decir que no, que no me dé tiempo para pensar,

Que sea como un nudo en libertad.

Tengo ganas de una mirada sin piedad, que me descubra en la intimidad,

Que me dé espacio para extrañar,

Y regrese con fuerza para dejarme saborear aquel sabor amargo  que a muchos les da paz.

Prometo no escapar, al menos prometo no intentarlo,

Tengo ganas de sin promesas permanecer, a pesar de que haga frío y se me hiele la piel.

Como una estrella fugaz, llega, sin darme tiempo para pensar.

Por más miedo que sienta, prometo permanecer,

Aunque tirite de frío, aunque tenga la piel de gallina, aunque el sonido sea ensordecedor,

Aunque las entrañas se me revuelvan y dude, como dudo cada día.

Solo te pido paz, y…  ¿por qué no?,  Un poco de guerra.

miércoles, 19 de junio de 2013

Una tregua carente de narcicismo



Es posible que no distinga entre lo fascinante de este mundo y lo que simplemente me nuble la mirada a simple vista. Pero, no soy de las personas que se queda con la primera impresión.
Me encanta darme cuenta que soy selectiva, aunque a veces duela, aunque a veces se me haga un silencio eterno alrededor.
Luego de probar aguas pasajeras fáciles de adquirir, decidí dejarme encontrar por lo más difícil y no dejarme llevar por el brillo que se refleja del sol en ella, porque no le pertenece.
Es posible que mis gritos ahuyenten a cualquiera, pero no es cualquiera el que se queda a distinguir que hay entre los aullidos de dolor y desparramo de insatisfacción, no es cualquiera el que trata de mirar más allá.
No suelo gritar tampoco por simple placer sonoro, siempre hay un fundamento que se esconde en ese descargue de energía. Mis placeres sonoros se esconden tras la música que tiene más fundamentos que la propia existencia del simple aparato que la produce.
Estamos hablando de mi, de mi esencia, como todos los días… y no es por narcicismo, es por crecer cada día, por seguir regando esta hermosa naturaleza, por no pisar mas el césped del prójimo y por no dudar de darme mi lugar ante todas las cosas.
Me detengo y tomo impulso, y es ahí cuando me doy cuenta que mi fortaleza no radica en ser invencible si no, en ser humana. Que la tierra con sus raíces me devuelven suelo firme, luego de detenerme a reposar. No me desespera no poder flotar en el descanso, para volar tengo el resto de la vida, la detención es una estancia de suelo firme y ningún ajetreo mental que me desconecta de lo que me está taladrando la cabeza y poco a poco distanciándo de mi misma.
Lo único que consigo si no logro desconectarme del todo en esa tregua, es caer más hondo, es cavar un poso más grande en el cual con ganas luego podría saltar. No es una depresión continua, es más bien una tregua a la vida, un respiro hondo de aire no tan puro o más bien de puro aire de realidad para poder continuar en ese mundo paralelo que me creo día a día.
A veces agradezco el descanso, a veces se convierte en una simple tortura. Hoy prefiero llamarlo destino y tomar lo más fuerte posible aquel aire de realidad, para el día de mañana pararme aunque cueste y seguir mi rumbo con una idea fija, sin mirar de reojo si quiera, otras realidades paralelas.

lunes, 29 de abril de 2013

Hechale la culpa al viento



Simplemente se me quitaron las ganas,
Se cayeron al mar justo cuando disfrutaba del viento;
El mismo que facilito las olas que me las alejaron más y más,
El mismo que me ayudo a volar más alto.
Lo bueno del mar es que se transforma en rio,
Y le pertenece a todos,
Probablemente esas ganas fueron a dar a otro cuerpo.
Hay una buena noticia,
Estamos en días de lluvia…
Y esas ganas que subieron condensadas a convertirse en nubes,
Hoy me devuelven ganas nuevas,
Que posiblemente no sean del mismo cuerpo.
Disfrutare de ellas mientras…
El aire que respiro no se convierta en viento.

martes, 23 de abril de 2013

Ilumíname




De la mano por la ciudad,

En aquella que está en mis sueños…

Disfrutando de nuestra soledad,

Pero juntos, haciéndonos compañía.

Con risas silenciosas, caricias sinceras y palabras escasas.

Compartiendo la sabiduría, que nos regalo el tiempo vivido;

Aprendiendo de los pasos que aun nos permite dar el destino.

Valorando día a día que el viento esté a nuestro favor,

Y disfrutando de aquella lluvia que nos recuerda que estamos vivos.

De eso modo deseo tenerte, casi sin tenerte.

Que osadía que te reflejes cada día;

Olvidando que tu reflejo me ilumina.

Dame toda tu luz, de esa que ya no te hace falta…

De esa que resolviste obviar,

 Al preferir la noche  de tu día a día.

Escápate algún día y contemos un cuento

Que sea real pero, que este en mis sueños.